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ENFERMEDADES

El proceso de la vejez determina algunos cambios físicos y psicológicos en los individuos, por lo que es muy común que se presenten con más regularidad diversas enfermedades como las crónico-degenerativas.

El centro se ha dividido en áreas de acuerdo al estado de los residentes, lo que nos permite realizar una mejor integración y control de cada uno. Cada residente cuenta con su historia clínica detallada para poder informar a los familiares sobre la evolución y tratamientos.

Enfermedades que tratamos:

DEMENCIA SENIL

Es un deterioro intelectual producido por una disfunción cerebral la cual compromete por lo menos tres de las esferas de actividad mental: memoria, lenguaje, habilidades visuoespaciales, emoción y cognición. Las formas de demencia se podrían clasificar en demencia cortical o enfermedad de Alzheimer, demencia reversible y demencia multiinfarto.

ALZHEIMER

Es la forma más común de demencia en los ancianos y se caracteriza por la destrucción de las células cerebrales, trayendo consigo un progresivo deterioro de la capacidad mental de la persona.          

PARKINSON

Esta enfermedad se define convencionalmente por la asociación de un cuadro clínico en el que predominan las alteraciones motoras (akinesia, rigidez, tremor) con una degeneración predominante en el sistema nigroestriado y la presencia de cuerpos de lewy en el citoplasma de las neuronas supervivientes.          

CÁNCER

El envejecimiento es el mayor factor de riesgo para el desarrollo del cáncer, posiblemente debido al prolongado periodo entre la exposición inicial a agentes carcinógenos y el desarrollo de la enfermedad, o debido a la menor eficacia del sistema inmunológico para determinar la proliferación de células aberrantes.

El cáncer surge cuando las células normales pierden su capacidad de diferenciarse o madurar. El proceso de carcinogénesis es complejo, y habitualmente empieza con un cambio aislado, o cambios múltiples, en la arquitectura normal del ADN.

DIABETES MELLITUS

Es un trastorno metabólica causado por un déficit de insulina o por la utilización ineficaz de la misma, y caracterizado por presentar hiperglucemia o glucosuria, afecta casi a un 20 % de las personas mayores de 65 años.

Aproximadamente un 30% de todos los ancianos presentan un deterioro de la tolerancia a la glucosa, trastorno que se caracteriza por unos niveles plasmáticos de glucosa que superan a los normales pero demasiado bajos como para encajar dentro del criterio diagnóstico de diabetes.Tanto la incidencia de la diabetes mellitus como la mala tolerancia a la glucosa aumentan con la edad.

ACV

El accidente cerebrovascular (ACV) o ictus es un estado de brusca aparición provocado por una lesión cerebral vascular aguda, debido típicamente a una hemorragia, una ruptura o fuga de aneurisma, un trombo o un émbolo. Causa principal de fallecimiento entre la población anciana, el ACV habitualmente provoca hemiplejía, insensibilidad, afasia y astralgia.

Los ACV se definen generalmente por el área cerebral afectada. Por ejemplo, un ACV izquierdo indica una lesión en el lado izquierdo del cerebro, que provoca típicamente debilidad o parálisis en el lado derecho; un ACV derecho, lesión en la parte derecha del cerebro, causa debilidad y parálisis en el lado izquierdo. Puesto que el lado izquierdo del cerebro controla el habla, el pensamiento analítico y la memoria verbal y auditiva, los pacientes que han sufrido un ACV en esta área suelen tener dificultad para comunicarse. Como el lado derecho del cerebro controla la percepción espacial y visual, la creatividad y la memoria no verbal, una lesión en esta área provoca alteraciones en la percepciones sensoriales.

DELIRIO

Es un trastorno del cerebro de origen orgánico común entre los ancianos, se caracteriza por un estado de conciencia confuso que dificulta la capacidad de percibir correctamente estímulos y de dirigir y mantener la atención. Puede acompañar a casi todo tipo de enfermedad física y posee un ritmo de aparición variable, dependiendo del curso de la enfermedad subyacente. Puede manifestarse periódicamente durante la enfermedad, con alternancias de periodos de confusión y lucidez; en algunos casos, persiste entre unos cuantos días y una semana.

Un rápido tratamiento del delirio puede devolver al paciente a su anterior nivel de funcionamiento cognoscitivo. Sin embargo, cuando no se trata, el delirio puede deteriorar
permanentemente la capacidad cognoscitiva del paciente. Los pacientes con mayor riesgo de padecer delirio son aquellos con un deterioro cognoscitivo, los que padecen numerosas o graves enfermedades crónicas o estrés o utilizan muchos medicamentos.

HIPERTENSIÓN ARTERIAL

Es la principal causa del fallo cardiaco, ataque y cardiopatía en los ancianos. Aproximadamente un 40% de mayores de 65 años son hipertensos. La hipertensión en el anciano se encuentra definida como una presión sanguínea sistólica superior a 140mmHg o una presión sanguínea distólica superior a 90mmhg. Pacientes sometidos a una polifarmacia corren el riesgo de que algunas drogas u asociación de las mismas produzcan elevaciones de presión.

DEPRESIÓN

La depresión en la adultez mayor es el resultado de diversos factores intervinientes que hacen complejo su estudio. Ciertos factores de cambio biológico y psicosocial constituyen factores de riesgo para desarrollar depresión en edades tardías. A nivel biológico se postula la hipótesis de cambios anatómicos y neuroquímicos en el sistema nervioso central.

Mientras que en el aspecto psicosocial se señalan como factores de riesgo :genero femenino, bajo nivel educativo, pobreza, soledad. etc.

INCONTINENCIA URINARIA

Es la incapacidad de controlar micción y aparece siempre que la presión vesical iguala o supera la resistencia del esfínter uretral.
En los ancianos se debe habitualmente a estados médicos de deshidratación y delirio, retención (de orina) y restricción de la movilidad; infección, inflamación (vaginitis atrófica y uretritis) e impactación (fecal), y polifarmacología.

La incontinencia puede clasificarse en cuatro principales categorías: de esfuerzo, por urgencia, por rebosamiento y funcional.

ESTREÑIMIENTO CRÓNICO

Es una disminución del modelo normal de movimiento intestinal. El desencadenamiento del estreñimiento varía entre 1 a 4 días dependiendo del modelo de movimiento intestinal que sea normal para el paciente. Si la masa fecal se endurece y se seca, y el paciente es incapaz de eliminarla, se produce una impactación fecal. Debido a la prolongada irritación de la mucosa provocada por una gran masa fecal inmóvil, es posible que se produzca una diarrea mucosa o la fuga de materia fecal. A veces la impactación fecal puede ocasionar una obstrucción de la porción distal del intestino que requiere una intervención quirúrgica

INSOMNIO

El insomnio y la apnea son dos modelos habituales de trastorno del sueño que afectan a las personas mayores. El insomnio, estado caracterizado por la dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido, afecta a un 30% de la población, principalmente a las mujeres. La apnea de sueño, trastorno caracterizado por episodios de apnea que duran unos 10 segundos, y pueden suceder con una frecuencia hasta de 300 veces a lo largo de la noche, afecta aproximadamente a un tercio de todos los adultos mayores de 65 años.

El Insomnio se puede clasificar en cuatro principales categorías: insomnio inicial (caracterizado por la capacidad para conciliar el insomnio debido a ansiedad, estrés o fobia de sueño), insomnio de mantenimiento o intermitente (marcado por la interrupción del sueño a la mitad del ciclo, debido a una reacción a estímulos internos o externos), insomnio terminal (relacionado con la edad o la depresión y caracterizado por despertarse pronto por la mañana) e insomnio imaginario (caracterizado por quejas de no dormir cuando la evidencia indica lo contrario).
La mayoría de los ancianos presentan insomnio terminal, despertándose típicamente a primeras horas de la mañana.

OSTEOPOROSIS

Es un trastorno relacionado con la edad, caracterizado por una menor masa ósea, que provoca una fragilidad del esqueleto y propensión a las fracturas, que pueden suceder de forma espontánea o debido a una misma lesión.

Inicialmente, la enfermedad afecta al hueso trabecular, vértebra espinal, cabeza del fémur y extremo distal del radio. Puesto que el hueso trabecular, posee una mayor velocidad del de remodelado que el hueso cortical, es la zona de mayor resorción ósea. La osteoporosis se puede clasificar dependiendo de dos tipos principales: posmenopáusica y senil. La osteoporosis posmenopáusica aparece típicamente durante los primeros años de la posmenopáusia y afecta al hueso trabecular de la columna vertebral, provocando fracturas vertebrales. La osteoporosis senil aparece en ancianos y afecta al hueso trabecular y cortical de las vértebras y a los huesos que forman la articulación de la cadera, provocando fracturas sobre todo en vértebras y caderas.

Aproximadamente entre un 25 y un 50% de todas las mujeres mayores de 60 años sufren osteoporosis. Esta patología es la forma más frecuente de enfermedad ósea metabólica
y la causa de casi la mitad de las fracturas de los adultos. A pesar de disponerse de nuevos tratamientos que enlentecen la pérdida ósea, resulta difícil establecer un diagnóstico temprano y por tanto, un tratamiento precoz.

CAÍDAS

Causa principal de graves lesiones y muerte entre los ancianos, representan dos terceras partes de todos los accidente relacionados con las personas mayores. Sólo un 50% de los pacientes hospitalizados debido a una caída sobreviven un año.

Son varios los factores que sitúan a los ancianos en alto riesgo de sufrir caídas, incluyendo
cambios fisiológicos relacionados con el envejecimiento, enfermedad crónica, hospitalización
y las actividades habituales (como ir por rutina al servicio a mitad de la noche) o los riesgos del entorno. Las mujeres ancianas , estadísticamente sufren más caídas que los varones, ya que es más probable que vivan solas, vivan más años y tengan osteoporosis. Aproximadamente un 50% de las caídas relacionadas con los ancianos se deben a comportamientos habituales o riesgos
del entorno; no obstante parece ser que los riesgos del entorno tienen un menor impacto con
la edad avanzada.